Un viaje de decisiones, emociones y trabajo en equipo eficiente.
Controla el proceso para controlar el resultado
Los pequeños detalles marcan la gran diferencia. Tu casa debe reflejar tus rutinas y estilo de vida: cómo empiezas tus mañanas, cómo terminas tus días y cómo disfrutas los fines de semana o las vacaciones. Cosas simples, como una luz nocturna bien ubicada, una kitchenette práctica, un lugar para tu caja fuerte o tomacorrientes colocados estratégicamente, pueden hacer que la vida diaria sea más fácil y evitar problemas durante la construcción, como retrasos o aumentos en el presupuesto. Pequeños cambios a veces pueden convertirse en grandes dolores de cabeza.Realiza un taller con el equipo de diseño e invierte tiempo compartiendo todo sobre ti. Piensa en ti mismo, tu familia, amigos e invitados; visualiza tu estilo de vida ideal y permite que esas visiones guíen cada paso del recorrido de diseño desde el primer día.
Usar la tecnología puede ser de gran ayuda y evitar sorpresas. Los renders 3D deberían mostrar cada espacio importante, desde los baños hasta las salas de estar, en todas las direcciones. Si es una vista 360º, aún mejor. Sentir la casa antes de construirla y tener una idea real de ella evitará muchos malentendidos y cambios.Pide a tus diseñadores e ingenieros que utilicen herramientas BIM (Building Information Modeling) como Revit y Navisworks. Esto les ayuda a coordinar todo: desde la arquitectura hasta la estructura y los sistemas MEP (mecánicos, eléctricos y sanitarios). Invertir en esto desde el inicio dará sus frutos más adelante, manteniendo tu presupuesto, tiempo y calidad bajo control.
Incorpora también desde temprano a tus diseñadores y consultores. Un diseñador de iluminación, por ejemplo, puede aportar grandes ideas que serían complejas de implementar más adelante; lo mismo ocurre con la piscina o el paisajismo: te sorprendería lo complicado y costoso que puede ser, especialmente con elementos grandes como los árboles.
Asimismo, considera incluir al contratista desde el inicio. Puede aportar conocimientos prácticos y valiosos, haciendo el proyecto más eficiente, y además su participación temprana lo hará corresponsable del resultado final.
Recuerda: construir tu casa debe ser una experiencia disfrutable, no solo un medio para llegar al resultado final. Un equipo sólido y temprano sienta las bases de un gran proyecto.
El cambio es algo natural. Algunas personas pueden posponer decisiones pensando que los cambios ocurrirán inevitablemente. Sin embargo, es mejor decidir temprano, marcar una dirección clara y luego estar abierto a ajustes a medida que surjan. Entender desde el principio que los cambios están bien y forman parte del proceso es fundamental. Incluso con una planificación
exhaustiva, aparecerán nuevos descubrimientos e ideas. Prepararse para esos cambios es clave.
Diseña con la flexibilidad en mente. Deja espacio adicional para ajustes. Establece expectativas realistas desde el inicio. Comprende que los cambios a menudo conducen a mejores resultados, no solo a desafíos. Incorpora un presupuesto de contingencia para manejar las expectativas financieras. Mantén reuniones periódicas con tu equipo para hablar de posibles cambios, hacer seguimiento del progreso y adaptar los planes según sea necesario.
Documenta cada cambio, grande o pequeño.Tus contratos deben facilitar los cambios. Las órdenes de cambio pueden representar un negocio importante para algunos contratistas, así que establece un proceso transparente para gestionarlas, con costos detallados o con la flexibilidad de trabajar con distintos equipos.